El río Canaletes, a su paso por el Santuario de la Fontcalda, se estrecha formando un pequeño congosto que ofrece un paisaje espectacular. Las aguas, que se abren paso entre inmensas paredes de piedra, van formando enormes pozas y piscinas naturales que son una tentación para quien pasea por la zona cuando hace calor.

El nombre de este paraje, la Fontcalda, se debe a la fuente termal de agua caliente que hay al final de esta zona de estrechos. De este manantial sale el agua mineromedicinal a 25ºC -las aguas contienen cloruro, carbonato cálcico, sulfato de magnesio y cloruro sódico-. Aquí había un antiguo balneario que era el lugar de peregrinación para los que creían en las cualidades curativas y terapéuticas de las aguas, organizando romerías que hoy en día todavía se hacen el primer domingo de mayo.