Castillo de Ulldecona
El castillo de Ulldecona fue conquistado por Ramon Berenguer IV en el año 1148 y fue concedido posteriormente a la orden del Hospital que construyó los edificios más emblemáticos: la torre redonda y la torre cuadrada. Una visita a la fortaleza, pero, también permite descubrir la iglesia de Santa Maria dels Àngels, las dependencias domésticas o los restos de la antigua fortificación árabe, construida entre los siglos VIII Y XII.
El castillo se erige en la cima de un cerro que en época ibérica ya era considerado como un punto de control importante sobre las rutas comerciales que atravesaban el territorio. En época romana se convirtió en uno de los miradores estratégicos de la Vía Augusta y, también, de las explotaciones agrícolas que se establecieron a su alrededor.
La reconquista cristiana del levante peninsular fijó la frontera en el curso fluvial del río Sénia, en la vertiente meridional del actual término municipal de Ulldecona. De este modo el reino cristiano quedaba al norte y el musulmán al sur. Precisamente, fue en este período cuando se erigió la actual fortificación militar, con la base de la estructura que ya habían construido los árabes antes de ser expulsos. Esta remodelación del siglo XII convirtió la fortaleza en la cuna de Ulldecona medieval e, incluso, fue el espacio dónde se firmó la Carta Pobla, el año 1222.