Dentro del término municipal de la Fatarella, a la salida de les Camposines, en la colina donde se encuentra la antigua ermita templaria de Sant Bertomeu, se ha construido un Monumento-Osario que debe cumplir dos funciones bien definidas.

En primer lugar, este espacio se ha concebido como un monumento a todos los que participaron en la batalla, sin distinciones de ideologías o bandos, para superar la fractura social que representó la Guerra Civil y que se perpetuó a través de los numerosos monumentos que, a lo largo de los años, los representantes de uno y otro bando fueron erigiendo en distintos puntos del territorio.