ESPACIOS NATURALES
Parque Natural del Delta de l'Ebre
¿Preparado para descubrir un universo horizontal? El Parque Natural del Delta de l'Ebre es la zona húmeda protegida más grande de Catalunya. En total, 7.736 hectáreas donde los arrozales cobran un color diferente dependiendo de la época del año en la que estemos, y se convierten en un polo de atracción de una flora y fauna riquísimas.
Más de 800 especies diferentes de flora, donde destacan los cañizos, los juncales, los eucaliptos y las madreselvas de río. Buena parte de esta vegetación ha tenido que adaptarse a las condiciones extremas y colonizar dunas, suelos salinos o zonas de lagunas. La fauna del Delta, básicamente aves, atrae a los amantes del birdwatching (observación de aves) en todo el mundo. De hecho, se cuantifican entre 50.000 y 100.000 ejemplares de exactamente 343 especies de pájaros.
Los 5 lugares imprescindibles del Delta de l'Ebre
Las características físicas del Delta, completamente plano y con varias masas de agua, permiten disfrutar de la natura andando, en bici, a caballo o en canoa. ¡Descubre los 5 rincones que no debes perderte!
1. La Bassa de les Olles:
La Bassa de les Olles, con 54 hectáreas, es la laguna más pequeña del Parque Natural del Delta de l'Ebre. Comunicada con la Badia del Fangar, entre arrozales y dunas, esta laguna es el resultado de una de las desembocaduras más antiguas del Ebro. La visita, que se puede iniciar desde l’Ampolla, es obligada, ya que podemos encontrar flamencos, patos reales, garzotas o martines pescadores.
2. L'Encanyissada y la Tancada
Si la primera es la laguna más pequeña, ésta es justo lo contrario, ¡la más grande! Existe la posibilidad de dar toda la vuelta a la laguna recorriendo unos 15km, con tramos de carretera asfaltada y, otros, sin asfaltar. El itinerario puede empezar en el centro de información de la Casa de Fusta, una de las construcciones más emblemáticas del Delta de l’Ebre, construida a finales de los años 20 del siglo pasado. Por otro lado, visitar la laguna de la Tancada en bici es una buena opción, ya que existe un carril bici por el perímetro norte de la misma. Es un itinerario muy rico, puesto que recorre algún ambiente muy específico como pueden ser antiguas salinas que, a pesar de estar abandonadas, se puede ver cómo funcionan naturalmente por las capas blancas de sal que se forman en verano.
Para conocer el ecosistema podéis visitar el centro de divulgación MónNatura Delta de l'Ebre con una superficie de 41,2 hectáreas que pone en valor la riqueza mediambiental de la zona.
3. Punta del Fangar y playa de la Marquesa
De todas las playas que hay en el Parque Natural del Delta de l’Ebre, la de La Marquesa es una de las más mágicas que culmina con el imponente Faro del Fangar, un sitio que, por su belleza, está casi cercano al mito. Situada en la península de El Fangar, tiene kilómetros de arena prácticamente virgen. Las dunas de La Marquesa son unas de las mejor conservadas del Delta. Su arena dorada y sus aguas tranquilas la convierten en una playa cómoda para todos los públicos. Aunque carece de servicios, dispone de un restaurante donde se puede degustar el excelente arroz del Delta.
4. Punta de la Banya y Playa del Trabucador
¿Has estado alguna vez en una playa salvaje donde los flamencos y las gaviotas comparten el espacio con cometas de todos los colores? En verano se permite el acceso a la punta del Trabucador, una larga barrera de arena de más de 5 km y de entre 100 y 200 metros de anchura, para acceder a la pequeña península de la Punta de la Banya, donde uno de sus atractivos es que puedes ver el mar tanto si miras a la izquierda como a la derecha. Desde el mirador en el extremo de la península, tienes una buena vista sobre las salinas de la Trinitat, donde habitualmente se reúnen los flamencos durante casi todo el año. Esta playa se ha convertido en un lugar sagrado para los amantes de los deportes náuticos que requieren viento y aguas tranquilas, como el kitesurf o el paddle surf.
5. Desembocadura del río
La zona de la desembocadura del Ebro comprende, muy cerca de los núcleos urbanos de Deltebre y Sant Jaume d'Enveja, tres espacios naturales protegidos de gran importancia: el Garxal, la Isla de San Antonio y la Isla de Buda. Las dos islas tienen el paso restringido y para entrar se debe pedir autorización en el Parque Natural. La playa del Garxal, en cambio, es un espacio visitable que se puede recorrer en bicicleta o andando. Se han habilitado varios paneles explicativos de la fauna y la flora de la zona, así como miradores de aves que permiten observar las aves que allí viven. La urbanización de Riumar a 8 Km de Deltebre tiene unas playas tranquilas para disfrutar en familia con todos los servicios al alcance.