Desde el Castillo de la Suda de Tortosa se obtiene una magnífica panorámica de la ciudad, con vistas sobre el valle del Ebro y el macizo dels Ports.

El edificio es una fortaleza de origen musulmán que sobresale en la parte más elevada del casco antiguo de la ciudad de Tortosa. Con la ocupación cristiana, el castillo se convirtió en prisión pública, y más tarde en residencia real. La estructura del conjunto, pero, sufrió fuertes modificaciones a los siglos XV y XVII, cuando las exigencias militares obligaron a ampliar el tramo de murallas y a construir varios fortines.

Tras años de abandono, la Guerra Civil acabó de destruir el recinto. A principios de los años 80 fue restaurado y, en gran parte, reconstruido, para acoger el único Parador Nacional de Turismo de la demarcación de Tarragona.

De la antigua edificación se conservan las murallas,los arcos de acceso al recinto, la nave del Polvorín, el patio de armas y un importante conjunto de galerías subterráneas. Las diferentes campañas de excavaciones arqueológicas han aportado hallazgos de origen romano, árabe, románico y gótico.