Ciclismo ‘slow’, cuatro rutas por las Terres de l’Ebre para disfrutar en familia o con los amigos
En todo deporte, cada uno marca su propio ritmo. En el mundo de las dos ruedas, a pedales, por ejemplo, hay quien disfruta recorriendo etapas largas, de exigentes puertos de montaña y descensos vertiginosos, auténticos rompepiernas que requieren una preparación o un nivel especial; y después hay quien disfruta de la bicicleta a un ritmo tranquilo y poniendo en valor otros aspectos, como el hecho de ir con la familia o los amigos, disfrutando del paisaje y del momento, o detenerse cuando a uno le plazca para visitar un determinado patrimonio natural o monumental o, simplemente, para capturar un momento mágico o parar para ‘repostar’ en algún restaurante. Es el ciclismo 'slow'.
Las Terres de l'Ebre ofrecen ambas opciones, aunque hoy te hablaremos de este ciclismo más tranquilo, repuesto y de baja intensidad, y de rutas en las que descubrirás paisajes espectaculares y de diferente longitud, pero siempre moderadas, pensadas exclusivamente para tu disfrute. De hecho, las Terres de l'Ebre son un verdadero paraíso para este tipo de ciclismo y el que ofrece una mayor variedad de rutas de todo el país. ¿Nos acompañas?
Una de las más conocidas es la Vía Verde, que transcurre por la antigua vía férrea del Valle de Zafán, que unía Aragón con Cataluña y el Mar Mediterráneo, y que destaca por su belleza. La ruta mide un total de 183 kilómetros y te recomendamos hacer la vía que desciende de Arnes hasta Tortosa. Ahora bien, el trazado por la Terra Alta, de 27 kilómetros, es de una belleza espectacular que merece ser recorrida sí o sí. Por ejemplo, puedes ir de Arnes a Pinell de Brai, un tramo de la ruta en el que es imposible no emocionarte pedaleando en medio de espacios naturales de inmensa belleza, paisajes de montaña y balsas naturales, como las encontrarás entre Horta de Sant Joan (¡los paisajes de Pablo Picasso!), Bot y Prat de Comte. Y si te animas y quieres seguir descendiendo, el camino te reserva otras sorpresas y lugares espectaculares como la antigua estación del ferrocarril de Benifallet, hoy reconvertida en restaurante y con algunas habitaciones disponibles para pasar la noche. En Tortosa, que dispone de un carril bici que une la capital del Baix Ebre con L'Aldea por una antigua vía, es de obligada visita su rico y bien conservado patrimonio monumental.
Por cierto, sabías que la Vía Verde, gracias a los fondos europeos Next Generation, pronto conectará Roquetes y Tortosa con Amposta y La Ràpita, extendiendo la ruta unos 24 kilómetros, uniendo el Parque Natural de Els Ports y el Parque Natural del Delta y haciendo realidad la posibilidad de llegar hasta el mar por el antiguo trazado ferroviario, ahora recuperado para hacerlo en bici o caminando de forma segura.
Otra propuesta interesante es pedalear por el antiguo sendero de la Vía Augusta a su paso por L'Aldea, Camarles y L'Ampolla. Este itinerario circular, en el que te adentras en el Parque Natural del Delta del Ebro, Reserva de la Biosfera, descubrirás la exuberancia de las Terres de l'Ebre a golpe de pedal: fortificaciones y torres de vigía del antigua línea de costa; la bahía del Fangar, a menudo utilizada como plató de cine y conocida también como el desierto del Delta, rodeada de dunas de gran valor natural y que son las más grandes y mejor conservadas de todo el litoral catalán; la balsa de les Olles, una pequeña laguna natural perfecta para la observación de aves durante todo el año...
Si buscas un itinerario para pasear y descubrir las Terres de l'Ebre, ésta es la ruta GR-99, más conocida como el Camino de Sirga, que es el camino que los sirgadores ganaban en el río cuando estiraban el laúd río arriba. El recorrido, de nuevo, se hace a un ritmo pausado, sin prisas y disfrutando en cada momento del paisaje y del río. Sin dejar el Camino de Sirga, otra opción circular es desde Amposta hasta la Encanyissada, que te llevará por la orilla del río entre arrozales y lagunas naturales.